En el mundo de la justicia penal española, la corrupción es un delito muy serio que puede darse tanto en el ámbito público como en el privado. Si te toca defender a alguien acusado de corrupción, es fundamental conocer bien los detalles del caso y plantear una estrategia adecuada que garantice una defensa justa y sólida.
A continuación, te contamos los puntos clave que debes tener en cuenta para defender a una persona acusada de corrupción… ¡sigue leyendo!
1. Entender bien qué es la corrupción
En el derecho penal español, la corrupción abarca varios delitos cometidos por funcionarios públicos o personas en posiciones de poder que abusan de su cargo para conseguir beneficios ilegales. Entre los más comunes están el soborno, la malversación de fondos públicos, el tráfico de influencias y el cohecho.
2. Analizar todas las pruebas
Una buena defensa empieza con un análisis detallado de las pruebas que presenta la acusación. La validez de estas pruebas es clave. Muchas veces se trata de pruebas indirectas que pueden ser cuestionadas, así que es esencial comprobar si cumplen con los requisitos legales necesarios de autenticidad y procedencia.
3. Evaluar la posible responsabilidad penal
Un aspecto crucial en la defensa es demostrar que el acusado no tiene responsabilidad penal. Esto puede hacerse, por ejemplo, si se demuestra que no hubo dolo (intención de delinquir), o si el acusado actuó bajo coacción o sin saber que lo que hacía era ilegal.
4. Diseñar una estrategia de defensa
Dependiendo del caso y las pruebas disponibles, algunas estrategias posibles son:
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Negar los hechos: El acusado puede afirmar que no cometió los actos que se le atribuyen.
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Argumentar falta de intención: Se puede defender que el acusado no buscaba obtener un beneficio ilícito.
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Error de hecho o de derecho: En algunos casos, se puede alegar que el acusado no sabía que su conducta era ilegal.
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Colaborar con la justicia: Si el acusado ha colaborado con las autoridades, esa actitud puede ayudar a reducir la pena.
5. Recordar siempre la presunción de inocencia
Este principio es la base de cualquier proceso penal en España. La acusación tiene la responsabilidad de probar la culpabilidad del acusado; este no tiene que demostrar su inocencia. Por eso, es esencial que el abogado defienda con firmeza este principio y vigile que la acusación cumpla con sus obligaciones.
6. El papel clave del abogado penalista
El abogado penalista es fundamental para garantizar una buena defensa. Su labor consiste en analizar cada detalle del caso, trabajar estratégicamente y ofrecer un asesoramiento completo, siempre buscando la mejor solución para su cliente.
Defender a alguien acusado de corrupción exige conocer a fondo el derecho penal y tener una estrategia bien pensada. Contar con un abogado especializado puede marcar la diferencia entre una condena injusta y un juicio justo.
En Polanco Seijas estamos contigo en todo momento del proceso. ¡No dudes en contactarnos!